viernes, 28 de septiembre de 2012

Pleamar...


Si tuviera que decirte las cosas, me bastarían acentuar las oraciones con besos, así tu respiración callaría y me hablaría tu cuerpo, de tus pensamientos soy cómplice y me declaro culpable de cualquier lujurioso arrebato, de mis caricias soy responsable, se que con las palabras no soy muy bueno pero intento con mis acciones ser más sincero y mi dicha te comparte la felicidad de mi estado natural... Muy dentro de ti sé que escondes la calma, por eso es que entro en tú ser, para ser calma, necesito de esa calma, solo ahí conozco la dicha y la tranquilidad es muy atractiva .
Eres la sonrisa que sobresale del resto, es simplemente exorbitantemente totalmente superior a cualquiera otra antes vista, no se quien te pinto, pero debió ser un maldito genio, pero  quiero presumir que soy quien dio las pinceladas finales, el que retoco tan perfecta obra, si de algo puedo jactarme es de ser un apasionado en los detalles, pero ante usted muchas veces o regularmente siempre, pierdo la noción de lo que es el instante preciso, me pierdo y reencontrarme es un reto que solo tú logras descifrar, eres la semántica adecuada del momento inequívoco de todo lo que  previamente en silencios acordamos, ese tratado estipulado por ambas partes, ese acuerdo silencioso y provocativo que sin motivos se vuelve ensordecedor, no hay sentido ni rumbo, solo es caminar a tientas, esperando reconocer el terreno y hacer amalgamas . Entre tinta mis palabras toman sentido y aún sin él, aún así, todo es precioso y correcto, puesto lo que para mi es 2 para ti es un 1+1 , sin dejar de mencionar al resto de los pares y sin menospreciar a los nones, solo que en este relato hablo de ti y de mí. 
Muchas noches eh caminado con el alba, la arena te siente fresca entre mis dedos, la espuma que besa la arena me dice que ya estamos cerca, en ese instante adecuado es cuando me sumerjo y en lo que salgo veo la luz que se acerca... Dime que vez tú; dime que sientes tú... el comportamiento recuerda las palabras que caían con la lluvia, es lo que leíste alguna vez en libros, si lo piensas bien, es igual a esté reencuentro diario , el cielo se escapa por mis manos para hacerte revivir, y es cuando para siempre te enmarco en mi mente como la obra de aquel  artista en el cual me transformaste, siempre estas en el preciso suspiro donde recobro el sentido, y si estás junto a mí. Eres el amanecer más especial de todos, así como todo aquello que tocas, como todo eso que provocas en mí... Miras venir el mar, se acerca a saludarte... no comprende que eres mía, pero lo entiendo, ya que Yo pase por lo mismo... Ayer .















                                                                             
                                                                Un Lugar Llamado así...







2 comentarios:

  1. Maravillosa obra..gran genio es Arturo Manriquez,nos transporta a este bello mundo..... disfrutando de este bellísimo poema,mis Felicitaciones!!

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  2. muchas gracias, de verdad lo aprecio mucho tus palabras, muchas gracias que estés bien te mando bendiciones

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