Cuando tenga que despedirme.

El día de ayer fue un día muy parecido, a el día de hoy... 
pero me decidí a encapsular un sentimiento, 
decidí vestirlo de tus mejores pensamientos y sonrisas;
decidí perfumarlo con tus besos y caricias... 
luego guarde esa capsula en el bolsillo izquierdo de mi camisa,
solo junto a miles de fotografías y cartas firmadas con un te amo
cada una de ellas sintetizando el universo, resumiendo tu nombre 
a cada significado, adjudicándote tantas cosas,
volviéndote irreal, pero sintiendo tu piel en cada ausencia... 
así que puedo presumir, que he vivido todos mis sueños en ti.

Hoy estoy parado en un fin atemporal, donde no hay retorno, 
ni mucho menos comienzo, donde todo lo que tenía que pasar... ya pasó,
y lo que no pasó, no tiene caso reprocharme.

Antes de marchar me llevo conmigo está capsula, en ella espero sanar la eternidad,
espero la vuelva lenta, espero la vuelva más eterna, es que...
una eternidad cargada con lo mejor de ti, es la única eternidad que vale la pena vivir.

Por eso; está partida no me duele, por que sé que me llevo lo mejor de ti... 
y correspondo dejando para ti mis mejores sonrisas, 
pero si eso no bastase, bañare cada estrella que puedas ver, 
con mis mejores sonrisas, con mis mejores sorpresas, para que en cada noche
te laves la mirada con ellas, para que cada noche remojes tu mirada 
en nuestra eternidad, para que cada noche saltemos en nuestro colchón
en nuestros universos... y así, cada mañana tomarnos un café juntos, 
tu crees, que así me dolerá despedirme, si me quedo en ti... me llevo lo mejor de ti,
por eso hoy no duele decir adiós, esperare por tus manos, en la eternidad.