sábado, 27 de octubre de 2012

Gitana...










Como bajar hasta lo más hondo del universo y regresar ileso
distinguidas sonrisas acumuladas en el almacén del olvido
lúgubre lugar... Donde, me gustaría abrirle una ventana, y dar paso a la luz...
en la farmacia no venden capsulas de felicidad, pues mi título de no doctor
avala mi receta, te recomiendo una dosis, los 365 días y uno del año.

Con el sonido de tu risa, embeleso, pues está perfectamente afinada
me alegras cada esencial parte de mi espíritu, mis átomos sonríen.
Vibrante cercanía, el cajón hace perfecta resonancia con el latir emocionado.

Sabes, principalmente mi existencia, se debe a ti... o por lo menos, eso creo, Gitana
comprendo que vivir por vivir o vivir por ti, puede resultar complicado.

La felicidad se comparte, se descargar de lugares agradables
consiente me describo, consiente me comparto...
no soy lo que puso fin a el sentimiento, no soy quien formateo el limbo
dormidos mis ojos, se desplazan, con las olas, suave, sin resentimientos
confidencialmente...

Con el aire convivo, con el respirar te recuerdo
desde esta lugar, alzo la mirada, pregunto al andar varias incógnitas...
las respuestas vienen, desde distintas emisoras, la señal se trae
el sonido, es música, suena como ayer, suena con mañana.

Las charlas son espionajes disimulados, el morbo se apena, evalúa cada impresión,
se sonroja, con el sol acariciante de primavera.

Compromiso sellado con decena de besos, renovando cada día y cada noche
con la luna de testigo, como en tantas historias, con el sentimiento, como único aliciente
haz transformado muchos tonos de gris, con simples trazos... 

Cada pisada tiene la impresión, la pincela precisa, el color exacto, la nota muda
para plasmar, lo que no cualquiera sabe, lo que no se puede disimular,
lo que nadie comprende, aunque se diga, abiertamente...

Pues solo tu mirada me traduce, solo tu presencia me subtitula
notas, acordes, puentes... solo tu completas las partitura que se dejó, inconclusa...
el artista que no comprendía, si era pintor... músico o arquitecto de un amor.

Aquello que no se predijo en las cartas, de esa Gitana que vino en un sueño 
y se quedo en las lineas y estrofas de este ensayo
que baila en mis recuerdos, la música, que compone con su andar en mi piel
que quema todo entre nosotros, y nos funde en uno
en la nota, que le dio sentido al todo.


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