“Tengo ganas de ti”.

La noche sabe a soledad cuando los labios que beso son de aire,

Hoy el viento no tiene tu aroma,

El invierno largo de doce meses; es interminablemente eterno,

Interminablemente eterno,

Interminablemente inevitable, y no sé qué hacer…

En las fotos no encuentro la respuesta,

En los recuerdos no encuentro el tacto de tu piel,

Ni nada de lo cual te hace real,

No encuentro el motivo para que mis pulmones sigan respirando.

Todo el color se marcha con pasos largos,

Mi trote no alcanza, el trote no lleva el ritmo…

El trote canso, de buscar el pasado en el presente,

No tuvo tiempo para futuro,

Se quedo comiendo el último almuerzo que tuvimos juntos,

Y aún quede con ganas de ti,

Pues apenas si soñé con el postre, apenas si percibí los olores,

Y aún así quede con el antojo, y parece que así pasare la eternidad,

La eternidad disfrazada con escusas de por qué no fue.

Todo lo que tiene rasgos de pasado,

Tiene mal sabor,

Hoy puedo estar recordando cosas que no tengo derecho recordar,

Porque el cobarde no merece contar la historia,

Hoy como cada día desde aquel día en que llegaste,

Tengo ganas de ti,

De llenar de rosas el libro,

De llenar de rosas tu alcoba,

De llenar de mí tu ser,

De llenar tus deseos de lo que me guarde para siempre,

Y hoy, es como ayer, yo… solo, llorando un momento que nunca sucedió.

By: Arturo H. Manríquez.